miércoles, 13 de noviembre de 2019

Amarla hasta la cruz

En todo el mundo cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer o Día Internacional de la No Violencia de Género, recordando el indignante asesinato de Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, en República Dominicana. Esta rememoración tiene como objetivo denunciar la violencia que se ejerce sobre las mujeres en todo el mundo y reclamar políticas en todos los países para su erradicación. 


Desde los primeros asentamientos humanos la mujer ha sido víctima de crueles y despiadados tratos. La ablación o extirpación del clítoris, el uso obligatorio del hiyab, la cosificación de su género, recibir un salario inferior, el maltrato físico, económico, emocional y/o verbal, solo por mencionar algunos ejemplos.

La Biblia es muy clara en cuanto al propósito por el cual la mujer fue creada:
•Para ser una ayuda idónea (Génesis 2:18)
•Para la gloria del varón (1 Corintios 11:7)

La misma Biblia también expresa cómo debe comportarse y qué actitud debe mostrar:
•Estar sujeta a su marido y respetarlo (Efesios 5:22-24 y 1 Timoteo 2:11)

Que la mujer esté sujeta al hombre no no implica que este se adueñe, apoderare, apropie, y le domine. Esta subordinación no es esclavitud, sino respeto. No es obediencia servil ni temor.

Muchas culturas se apoyan en textos como estos para afianzar el machismo y maltratar a la mujer.  Es incorrecto que se usen estos textos para exigir supremacía del hombre sobre la mujer. En todo caso, cabe resaltar la orden que Dios da a los maridos: “amar a sus esposas como Cristo amó a la iglesia, que dio su vida por ella”. (Efesios 5:25-27)

La mujer es un ser tan especial que Dios no la creó del polvo como al hombre, sino de la costilla de Adán. No la hizo del pie para que el hombre la pisoteara ni de la cabeza para que estuviera por encima de él; la hizo de su tronco para que la amara y la tuviera cerca de su corazón.

Jesús a través de su vida y ministerio demostró su amor por las mujeres y el valor inigualable que tienen para él. Nació de una humilde y joven mujer, de quien aprendió las lecciones más valiosas e importantes antes de desarrollar su ministerio. Fue amigo de prostitutas y adúlteras, en medio de una época donde esta clase de mujeres eran marginadas y apedreadas por causa de su estilo de vida. Estuvo pendiente de las necesidades físicas y emocionales de las mujeres de tal forma que muchos grandes y conmovedores milagros los realizó en favor de ellas. Jesús no escogió a mujeres dentro de sus 12 discípulos, pero tenía un grupo de fieles seguidoras que estuvieron con él mientras fue crucificado, que lloraron por su muerte y que fueron las primeras en verle resucitado. 

Tanto ama Jesús a la mujer que entregó su vida por ella. La amó hasta la cruz.