viernes, 1 de junio de 2012

Sí, sí, yo soy una antisocial

Estoy harta de creer que necesito un teléfono inteligente, una buena foto en Facebook y muchos seguidores en Twitter para aparentar perfección y felicidad. Cansada de comprar el zapato que acaba de salir y de ver las revistas de moda para enterarme de las últimas tendencias y no salir media "desubicada" a mis reuniones sociales.


En la sociedad que me ha tocado vivir solo hay dos clases de personas los consumistas que viven a la carrera, que se dejan engañar de la filosofía barata: compra esto y serás feliz; y los antisociales, sí, antisociales porque no siguen las normas sociales compra esto y aquello para que seas igual a los otros.


Antisociales porque no se envuelven en el compulsivo mundo del compra, compra, compra. Quiero seguir siendo antisocial, no quiero embargarme en deudas, intentando comprar lo que no puedo; quiero arroparme hasta donde la sábana me alcance y sentirme feliz con lo que tengo "en un mundo donde la estructura social lo es todo"; tal como lo dijo el creador de Facebook: Mark Zuckerberg.


Por eso hoy como el apóstol Pablo quiero decir que "Sé vivir en pobreza, y sé vivir en prosperidad; en todo y por todo he aprendido el secreto tanto de estar saciado como de tener hambre, de tener abundancia como de sufrir necesidad".  (Filipenses 4: 12)