lunes, 30 de mayo de 2011

Unidades de medidas de los dominicanos


Eran las ocho de la noche, todavía estaba sentada esperándolo; ya no sabía qué hacer. Me había comido todo el helado y mi ansiedad era tan grande que sin notarlo había mordido la cuchara de plástico hasta hacerla pedazos. Me paré de la silla donde estaba sentada, pagué la cuenta y me fui, riéndome de mi misma. No podía creer que me había dejado plantada.
Quedamos de encontrarnos a las 6:30 de la tarde. Como sé que es impuntual, decidí llegar 15 minutos tarde. Miré a todos lados, me senté en el mismo lugar de siempre y comencé a esperarlo. Le envié varios mensajes de texto, me respondió al instante. Sus excusas eran las mismas de siempre, “estaba en un tapón, se le había hecho tarde y ya estaba llegando”. Detesto esa frasecita tan usada por los impuntuales (yo también de vez en cuando la uso) “voy de camino”.
Esperé pacientemente hasta las 7:00 porque para nosotros los dominicanos treinta minutos de retraso no es nada. Luego comencé a preocuparme. Ya eran las 7:30 de la noche, como estaba ansiosa, decidí comparar un helado para hacer de la espera un momento dulce. Ya podía escuchar el insoportable sonido de las manecillas del reloj y como una niña abandonada, miraba a todos lados. Me paré del asiento, no sabía si enfadarme o reírme. Estuve esperándole durante 1 hora y 10 minutos, y para su salvación, llegó. Aquella no fue la primera ni la última vez que eso ocurría. Me saludó con una sonrisa de par en par, como un inocente pequeñuelo me guiñó el ojo, intentando decir: “descuida, no me esperaste tanto”.
Los dominicanos nos caracterizamos por ser impuntuales e imprecisos.
Luego de aquella espera me puse a pensar en las causas de nuestra tan arraigada impuntualidad. No realicé ninguna investigación sociológica pero en mis vagos cuestionamientos descubrí que somos imprecisos, en gran medida, porque nuestras unidades de medidas son imprecisas.
Decimos “dame un chin”, cuando pedimos pequeñas proporciones. “Son las tres y pico”, cuando no sabemos la hora exacta. O interpretamos que “cuchumil” es una gran cantidad.
Esa noche le esperé una hora y diez minutos y continúo esperándole. Pero ahora solo quiero compartir nuestra lista de las unidades de medidas, y si conoces otras, puedes agregarlas.
Bojote: Se refiere a grandes cantidades.
Cantidá: Descomposición de la palabra cantidad, que quiere decir muchos.
Chin: Palabra que significa poco o poquito.
Chinchín, Chininín o chililin: Poquitito, muy poco.
Chon: Palabra que significa mucho.
Chononon: Muchísimo.
Crica: Palabra que significa un poco.
Cuchuciento: Cantidades que sobrepasan a cien.
Cuchumíl: Cantidades que sobrepasan a mil.
Miñinga: Una migaja.
Montón: Sinónimo de mucho.
Pila: Palabra que significa mucho.
Pico: Cuantidad imprecisa entre uno a 59 minutos. Esta palabra se sustituye con los minutos de una hora. Ej.: Son las diez y pico.
Balsa: Se usa para señalar grandes cantidades.
Titirimundati: Palabra específica para mencionar a todo el mundo, muchísimas personas juntas.
Tro: Proviene del inglés Truck, quiere decir mucho.