lunes, 5 de agosto de 2019

365 días junto al amor de mi vida


Hoy es mi primer aniversario de bodas y lo celebro enumerando algunas de las lecciones más valiosas que he aprendido en esta hermosa y desafiante etapa. Estos 365 días  me han hecho entender de una vez por todas que la concepción que tenemos sobre el amor, ese amor romántico fundamentado en sentimientos no es lo suficientemente sólido para sostener un matrimonio y que el verdadero amor no nace de cómo el otro merece ser tratado, sino de la manifestación de la gracia de Dios en nuestras vidas.

1. Las historias de amor no terminan con un "fueron felices para siempre''; ahí es realmente cuando todo comienza. La felicidad no se consigue en un instante y permanece para siempre; se construye día a día con pequeñas acciones. No hay secretos ni trucos para un matrimonio feliz, no se trata de que algunos tienen suerte en el amor y otros no. La vida conyugal es como la vida cristiana, de constante crecimiento; y si el Espíritu Santo no habita en nuestros corazones, nada podrá darnos plenitud.


2.Un gran hombre sí te hará llorar. Precisamente inauguré este blog con el artículo Un gran hombre y 10 años años después entendí que a menos que seamos de palo, piedra, plomo o madera; por más buena que sea nuestra pareja, en algún momento lloraremos. Lloraremos de felicidad, lloraremos de la risa hasta sentir que se saldrán las tripas, de nostalgia, de dolor, llorar por las pérdidas y por los fracasos. En la vida no todo es color de rosas, y si eres melancólico como yo, entonces disfrutarás llorar cuando tus ojos sean los únicos capaces de expresar lo que tu corazón siente. Claro, te aseguro que al lado de un gran hombre no tendrás que llorar por maltrato, por abandono, irresponsabilidad, falta de compromiso o infidelidad.


3. No siempre hay flores ni bombones. Soy amante de las flores y me cortejaron con ellas. Pero en algunas ocasiones no hay flores que valgan encontrar la cena lista y servida o la ropa lavada y doblada, al llegar a casa luego de un arduo día de trabajo.


4. Por más acuerdos que hagan antes de casarse, muchas veces saber callar en medio de una discusión o buscar el entendimiento más que la razón será la mejor forma de cumplir el contrato pre-nupcial.


5. No te convertirás en mejor persona solo por casarte ni se resolverán todos tus problemas... sino pregúntale a mi madre terapeuta. No desaparecerá ese sentimiento de soledad solo por adoptar otro apellido, porque esa soledad que sientes es de otro tipo. Ningún ser humano nos puede amar en la manera que anhelamos ser amados; simplemente no es posible que otra persona supla nuestra carencia espiritual que solo Dios puede saciar.

6. Si crees que estar soltero es una dura prueba, créeme que casarse es una prueba superior. No me mal interpreten, este año ha sido fantástico, el matrimonio es hermoso. El libro El matrimonio sagrado, de Gary Thomas plantea que a través de la vida en pareja Dios purifica nuestro carácter. Cada día tengo una muchas razones de peso para pedirle a Dios que transforme mi tosco y egoísta corazón.

7. Cásate cuando seas feliz y no para ser feliz. Muchos se casan por presión social, otros por miedo a la soledad, algunos se casan para disminuir los gastos, otros porque quieren tener relaciones sexuales en el marco legítimo. Lo que quiero decir es, cásate con la persona correcta, en el momento correcto, por las razones correctas y de la forma correcta.


8. Para mis amigas delgadas que las han consolado diciendo que luego del matrimonio ganarán esas libritas que tanto desean: casarse no engorda, así que mejor prueben con otras dietas.


9. El hombre y la mujer se complementan armoniosamente. Todas las teorías de la ideología de género se caen ante la hermosa unión de un hombre y una mujer que disfrutan los roles asignados por Dios y se complacen en vivir bajo los principios de santidad en el hogar.

10.Y gracias a todos por resistirse a preguntarnos: ¿y los hijos pa' cuando? Sigan cooperando que así todos somos felices.


Y ya, que si continúo dando consejos le voy a quitar el trabajo a mami y ustedes cambiarán el nombre de mi blog por el del programa radial Restauremos la familia.