Hace poco cumplí 35 años de edad. Oficialmente, ya no soy joven y he entrado en la etapa adulta. Y la verdad es que así me siento.
Ya no tengo miedo al futuro; las preguntas existenciales que me hacía 15 años atrás han encontrado respuesta. La búsqueda de libertad e independencia ya no son un objetivo para mí.
Ya no cambio una noche de sueño por nada en el mundo. Priorizo mi seguridad por encima de la diversión en actividades extremas. Entre un paquete de Doritos y una mazorca, elijo la mazorca. Ya los dulces no son mi debilidad, porque me interesa más estar saludable que disfrutar cinco minutos de placer con algo azucarado.
Me interesa poco la aprobación de los demás, lo que piensen o digan de mí. Siento que no tengo que demostrarle nada a nadie, porque hace tiempo dejé de construir mi identidad.
Me regalan más plantas para sembrar que flores recién cortadas. Cuando voy a la tienda, miro más utensilios del hogar que ropa. Puedo ir a la playa solo a sentarme y lo disfruto tanto como nadar. Ya no me molesta volver a un mismo destino de vacaciones y, además, puedo quedarme un domingo en casa en completa tranquilidad (ese es un logro que mi madre debe celebrar).
Cuando era niña, deseaba ser joven para tener la combinación de libertad y fuerza. Y ahora que la juventud se ha ido, siento un poco de nostalgia. Tener una etapa de la vida como meta es, definitivamente, un error de inmadurez, ya que la vida no se trata de un destino, sino del trayecto. Ahora que comienzo a envejecer, veo que la juventud está sobrevalorada (probablemente, más adelante escriba una reflexión sobre esto). Pero no cometeré el mismo error dos veces. A partir de ahora, mi meta no estará en alcanzar una etapa o cumplir una tarea, sino en disfrutar del camino que Dios me presente para andar.
Y mirando un poco más hacia atrás, muchos de los grandes desafíos que comencé a experimentar a partir de los 12 años de edad ya están superados. Pero, debo reconocer que la juventud no es la única etapa que trae consigo grandes desafíos; en la edad adulta existen otros retos que enfrentar.
De hecho, pensé en uno de ellos el día de mi cumpleaños mientras conversaba con una adolescente de 14 años. Me contaba con mucha ilusión lo que quería hacer para celebrar sus quince años. Su madre le dio dos opciones: una fiesta o un viaje. La adolescente me dijo con mucha seguridad que prefería una fiesta antes que un viaje, porque, aunque sueña con conocer el mundo, nunca más volverá a cumplir 15 años y quiere celebrar esa ocasión especial con sus familiares y amigos.
Aquellas palabras me hicieron recordar cuando tenía esa edad. Yo también estaba deseosa de conocer el mundo y devorarlo, pero preferí un viaje en lugar de una fiesta. Aquella adolescente me hizo sentir nostalgia, porque ahora que he crecido, que he viajado un poco y que estoy lejos de familiares y amigos, cuánto desearía poder celebrarlo junto a ellos.
Al final, madurar es aprender que las personas son más importantes que las cosas, y que el mayor tesoro que tenemos es estar rodeados de quienes amamos ¡Ese es el verdadero regalo de la vida!
Dios es Maravilloso, me encanta tu diario y espero poder seguir leyendo. Dios te Bendiga y Continúe Bendiciendo Grandemente.
ResponderEliminar¡Gloria a Dios! Muchísimas gracias, te doy la bienvenida a este espacio. 🤗
EliminarBendiciones , hoy hay muchos adultos se creen jóvenes y no quieren responsabilidades , tu creciste para bien dios te bendiga siempre
ResponderEliminar🙌🏾🙏🏾
Eliminar¡Bendiciones!
Te quiero Laura.
ResponderEliminar💞
EliminarMe toca admitir que si leí a una señora aquí jijiji.
ResponderEliminarLindas lecciones. Me encanta ver que tan claras y definidas están tus prioridades.
A mí, me tocó viaje para mis 15. Nunca deseé la celebración, sin embargo, coincido con lo que dices y que definitivamente LO PRIMERO DEBE SER LA GENTE. Amé leerte. Espero lo hagas con más frecuencia (aunque a la gente madura no se le puede decir qué , Còmo o cuándo). Bendiciones.
¡Jajaja! Me encanta tu comentario. Muchas gracias por tomarte el tiempo para leer.
Eliminar¡Un abrazo! 🤗
Disfruté tanto el escrito que hice una segunda lectura, y pensé que hace más de 50 años que dejó de importarme la aprobación de los demás.
ResponderEliminarGracias por recordarme tantas cosas.
Mami suele decir: “¡Soy una señora de edad, no tengo nada que demostrarle a nadie!” Y es liberador vivir sin tener que cumplir esas expectativas.
EliminarUn abrazo grande Yaquelin, me siento honrada de que tomes un tiempo para leer mis escritos. 🤗
Es de sabios tener cosas que valoras en la vida. Darle sentido a lo que realmente es importante para tí. El antes y el ahora...Gracias por compartir éste blog. Dios te siga bendiciendo y utilizando para ser de bendición.
ResponderEliminarGracias a usted por tomarse el tiempo de leer y escribirme. Le mando un abrazo lleno de cariño. 🤗
EliminarExcelenteee
ResponderEliminar🙌🏾
EliminarMaravillosa reflexión, gracias por compartir, mostrar que más que valiosa es un privilegio cada etapa de la vida.
ResponderEliminar¡Así es! La vida es un regalo y cada etapa una bendición. 🙏🏾
EliminarHermosa reflexión! Es grandioso poder escuchar tus reflexiones y verse una misma reflejada en ellas. A mi no me pusieron a elegir pero disfruté cada momento de mi juventud. Dios te bendiga por traer a nuestra mente tan hermosos recuerdos ❤️
ResponderEliminar¡La vida es bella! Gracias a ti por leer y compartir tu comentario conmigo. ¡Dios te bendiga!
EliminarMe siento muy identificada, gracias por escribir esto para mí
ResponderEliminar🙏🏾🙏🏾🙏🏾
EliminarMe encantó tu reflexión. Me siento totalmente identificada.Bendiciones
ResponderEliminar💞
EliminarExcelente me gustó leerte Dios te bendiga mucho
ResponderEliminarGracias, gracias por leer y por tu comentario! ¡Dios te bendiga más!
EliminarMuy profundo y cierto, te queda mucha Vidal camino por correr y has hecho la eleccion mas madura bendiciones 🇵🇷🇺🇸✌️
ResponderEliminar¡Amén! Gracias por tus palabras. Dios te siga bendiciendo.
EliminarWow!!! Muy hermosa y profunda reflexión. Cada etapa de la vida es importante y encada una de ellas se aprenden lecciones que nos ayudan a madura y a crecer como personas. Gracias por compartir tu reflexión, realmente me encantó, Dios te siga bendiciendo.
ResponderEliminar¡Qué bueno que te gustó! La escribí con mucho amor y la más profunda reflexión.
EliminarTe mando un abrazo y gracias por compartir tu impresión conmigo.
Graciassss! Me levantaste el ánimo para seguir adelante! ☺️ 🙏🫂
ResponderEliminar¡Esa es una gran noticia!
Eliminar¡Celebra la vida! 🥳🥳🥳
Dios te siga usando hermosaaa Laura, bendiga tu hogar y este hermoso proyecto, se sin dudas que será de mucha bendición para todo el que te lea. Definitivamente estoy de acuerdo con lo que escribes, hay que valorar lo que realmente es importante, y después de Dios, tu familia, amigos, hermanos, son los más importantes 👍♥️
ResponderEliminarGracias, muchas gracias.
EliminarDios también bendiga tu vida y tus planes.
Muchas gracias por el tiempo y las palabras.
Me gustó mucho tu escrito. Me sorprendió cuando vi que eras tú, la que yo escuchaba en la radio. En mi mente seguía siendo una jovencita 🤗
ResponderEliminarLo era en aquella época, pero los años pisan, pesan y pasan.😝 Para mí es un placer que ahora me puedas leer. ¡Bendiciones!
EliminarLaura querida, ¡feliz cumpleaños!
ResponderEliminarNos representas a todas. ¡Redactas tan perfectamente lo que experimentamos al madurar, que nos haces sentir exitosas! ¡Te quiero y admiro! Rosanny
Muchísimas gracias querida Chany. Es un gusto para mí que me pueda leer.
EliminarEn estos días he pensado en lo que escribiste y se siente tan real pasar a la edad adulta, ya no soy joven me lo repetí a mi misma.
ResponderEliminarPero cada etapa es hermosa, retadora y aleccionadora.
Eliminar¡Bendiciones!
Feliz de leerte saber que aunque no tengo 35(pero casi) me encuentro que no estoy sola en mis pensamientos,al final la pz y la tranquilidad,compartir con seres queridos y poner prioridad a lo que realmente importa,Dios te guarde
ResponderEliminarwaoo me quedé sin palabras!! Bienvenida al mundo de los adultos!! Te quiero mi beiby.❣️🌹. Me encantó tu reflexión
ResponderEliminar