Muchas familias reales se fundamentan en que Dios les escogió para ser sus representantes en esta tierra, otras incluso alegan que son semidioses. Salvando las distancias, sin embargo, una familia ministerial se considera apartada por Dios para el sagrado ministerio.
¿Y qué decir de la esposa del pastor? Todos esperan que sea un ejemplo al vestir y al conducirse con los demás. Que sepa predicar, que toque un instrumento, que cante y sea buena cocinera. Si es muy callada la critican, si es muy activa la cuestionan, si se arregla bien la reprueban, si es descuidada al vestir la murmuran.
Pero muy a pesar de todo, qué bendición tan grande tenemos los miembros de las familias ministeriales de juntos servir a Dios y su iglesia, siendo partícipes en la transformación de tantas vidas y la ganancia de almas para el reino de los cielos. ¡Ese es un gozo y un gran privilegio que la realeza no puede disfrutar!
Hace unos años, cuando todavía era adolescente, escribí y leí una carta a cientos de pastores en un Concilio Ministerial de la División Interamericana de los Adventistas del Séptimo Día. Y hoy, en el marco de la celebración del día del pastor quiero recordarla.
Querido papi:
¡Si crees que ser pastor no es fácil es porque no han sido hija de pastor! Deberías aumentar mi mesada por todo lo que me corresponde hacer como hija de un ministro adventista.
Quiero que sepas que mis hermanos y yo tenemos necesidades importantes que deben ser atendidas por mami y por ti, pues esto marcará nuestro éxito en la vida y te aseguro que será una bendición en tu ministerio.
Papi, necesito que me dediques tiempo para conversar, para jugar y disfrutar la vida juntos. Que te preocupes por mi vida espiritual y te intereses en saber si estoy estudiando la Biblia, si saco tiempo para orar y compartir el evangelio con otras; tal como lo haces con tus miembros de iglesia.
Ahora que me estoy formando y carezco de estabilidad, necesito que me permitas ser miembro activo en una iglesia donde no sea la hija del pastor, donde los ojos no estén puestos sobre mí. Una iglesia con la que me sienta identificada y donde pueda disfrutar de una vida eclesiástica armoniosa al relacionarme con amigos y hermanos, participando de actividades tanto espirituales como sociales que fortalezcan mi carácter.
Quiero que me estimules en los estudios, que me ayudes a desarrollar mis habilidades, permitiéndome participar en clases de artes, idiomas o deportes; de esta manera aumentarán mis talentos y conocimientos para contribuir a la obra de Cristo.
Aunque a veces sea rebelde y delante de los hermanos te haga rabietas, quiero que sepas que estoy interesada en que seas un pastor exitoso, me gustaría que me tomes en cuenta y que me consideres parte de tu ministerio.
Queridos papi, que se diga de ti, tal como dice la Biblia de Abraham: “Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio.”
Que Dios bendiga tu ministerio y que lleves muchos frutos para su honra y su gloria.
😍😍😍😍😍😍😍😘
ResponderEliminarHermoso! Me encanta cómo escribes, buscas la parte bella y simple de las cosas engorrosas y trascendentales! Dios bendiga el ministerio de tus padres, a quienes amo, y ahora el tuyo y de tu esposo. Que los frutos sigan siendo de igual calidad para que nuestro Dios siga siendo glorificado!
ResponderEliminarQue hermosas palabras, muchísimas gracias. Bendiciones para ti también, abrazos.
EliminarHermoso!!! Creo que pudieron ser miembros de una iglesia sin sentirse los hijos del pastor... Que bueno es ver que hoy toda una mujer eres esposa de un pastor, el legado sigue de la familia elegida para ministrar a otros. Felicidades en el día del pastor. Bendiciones abundantes.
ResponderEliminarMuchísimas, bendiciones abundantes para usted también.
EliminarExcelente reflexión que todo pastor debe leer. Dios te bendiga y continúe usando tu pluma e inspiración para beneficio de los que te leen.
ResponderEliminarEs un honor tenerla entre mis lectores querida profe. Usted fue y ha sido una inspiración.
EliminarMe encanta como escribes, porque explicas las cosas de una forma tan sencilla que nadie que la lea puede decir que no entedio y me encantaria que leyeran esto en los pulpitos de nuestras iglesia.
ResponderEliminarWao! Muchas gracias. Alabado sea Dios.
EliminarBuenísimo!!! Yo soy madre y me conmovió muchísimo....Dios te guarde y permita que los hijos que tengas sientan....que más que un compromiso es un Sagrado Privilegio....🤗🤗🤗🤗
ResponderEliminarOro para que así sea, un abrazo.
EliminarExcelente articulo.Dios te siga bendiciendo y dandote sabiduria para que continues poniendo en alto la palabra de Dios cada vez que se te presente la oportunidad.
ResponderEliminarUn abrazo
Dios le escuche. Muchas gracias por sus palabras.
EliminarMuchas gracias Laura, porque entendiste muy bien de lo que se trata vivir como una familia pastoral, me siento muy agradecido del Señor por el premio inmenso que nos dio a Amarilis y a mí de criarte junto a tus hermanos. Realmente fue un gran reto educarlos, acompañarlos, escucharlos y procurar que cumplieran sus deberes y compromisos.
ResponderEliminar¡Alabo y glorifico al Señor por darme este gran privilegio!
Paaaaaa' ¡te amo!
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